- En la época de floración, y cuando la planta es joven, requiere unas cantidades generosas de riego.
Hay que mantener de forma constante la humedad en el suelo, pero siempre evitando excesos que puedan pudrir la planta. También puedes utilizar la técnica del acolchado para garantizar una mayor conservación de la humedad en el suelo durante más tiempo.
En cuanto al abonado, conviene aportar de forma periódica y alrededor del tallo, una cantidad generosa de estiércol, compost o vermicompost.
Las semillas se entregan en un envase totalmente hermético que asegura la conservación y prolonga la germinación y vigor de las mismas.